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2 de Diciembre
Estamos seguras de que has notado esa secreción de consistencia pegajosa que queda en tu panty después de un largo día, pero, ¿sabes de qué se trata? ¡Ese es tu flujo vaginal! Y puede verse de diferentes colores y consistencias, aquí te contamos todo lo que debes saber y resolvemos todas tus dudas.
¡El flujo vaginal o cervical es una secreción que todas las mujeres presentamos! Puede verse de un color blanco o amarillo pálido, espeso y pegajoso, y aparece entre los periodos menstruales, pero, ¿cómo se produce? Pues bien, este flujo es producido por las glándulas vaginales y del cuello uterino, y se expulsa por el conducto vaginal hasta llegar a tus panties, donde, comúnmente, lo identificas.
La aparición del flujo vaginal es algo totalmente normal y cumple importantes funciones en tu cuerpo; es el encargado de limpiar y humectar tu vagina, además de ayudarte a prevenir y combatir infecciones.
Tener flujo vaginal todos los días es normal e incluso se asocia con la salud de tu cuerpo, siempre y cuando no tenga mal olor, cambie de color, ni venga acompañado de una picazón incómoda.
¡Hay muchas maneras de interactuar con tu flujo! La más común es, cuando vas al baño y te sientas en el sanitario, tocar con tus dedos los residuos pegajosos y de color blanco o amarillo pálido que quedan en tus pantys, aunque, si ha pasado un largo tiempo desde que el flujo entró en contacto con la tela, puede tender a secarse y no darte mayores indicios, en ese caso, dirige tus dedos directamente a la vulva y, en la entrada del conducto vaginal, podrás encontrar el flujo.
¡Tómalo en tus dedos con confianza! Obsérvalo y huélelo para asegurarte de que todo esté en orden, de que no presente ningún olor fuerte ni extraño, y tampoco un color fuera de los mencionados, porque eso podría indicar la presencia de una infección; ¡en ese caso debes ir a consultar con tu ginecóloga lo más pronto posible!
Sí, la aparición del flujo vaginal es algo totalmente normal y cumple importantes funciones en tu cuerpo; es el encargado de limpiar y humectar tu vagina, además de ayudarte a prevenir y combatir infecciones.
Tener flujo vaginal todos los días es normal e incluso se asocia con la salud de tu cuerpo, siempre y cuando no tenga mal olor, cambie de color, ni venga acompañado de una picazón incómoda.
El color y la consistencia del flujo ¡pueden cambiar! No te extrañes si durante las diferentes etapas del ciclo menstrual notas consistencias y colores diferentes; aunque, algunos cambios pueden ser indicadores de infecciones en la zona íntima, así que, ¡lee con atención!
Teniendo en cuenta que el flujo puede presentar cambios según la etapa del ciclo menstrual en la que estés, te contaremos qué características pueden ser normales y cuáles definitivamente deberían ser señal de alerta:
En esta fase el flujo vaginal suele ser mucho más fibroso, pegajoso y espeso, lo cual dificulta a los espermatozoides poder acercarse al óvulo. Además, durante estos días, tiende a ser de un color más opaco.
¡El cuello uterino estará produciendo mucho más flujo! En un inicio puede ser más espeso y pegajoso, pero, con el paso de los días, se irá volviendo más húmedo y con una apariencia “cremosa”. Puede ser que, si este flujo se seca en tu ropa interior, adquiera una apariencia visual seca y amarillenta, ¡Tranqui! No hay nada de qué preocuparse.
¡Una vágina más húmeda y resbaladiza! En esta etapa el flujo es claro y muy flexible, con una apariencia similar a la clara de un huevo, y si lo tomas entre tus dedos puedes estirarlo un poco sin que se rompa con facilidad.
¡El estrógeno se eleva y es posible que no notes fluidos! Tu vágina se sentirá mucho más seca, pero es normal, en unos días volverá tu flujo de manera regular.
¡Todo un mundo! Se trata de aprender a conocerte e identificar qué es normal en tu cuerpo, porque el color de tu flujo puede cambiar, pero solo tú sabrás identificar en qué condiciones y momentos se presenta cada uno. Aquí te explicamos los diferentes tipos de flujo vaginal según el color y su significado:
Flujo blanquecino: Se presenta después de tu ovulación y justo antes de tu periodo, es completamente normal.
Flujo transparente: El flujo transparente y similar al agua, significa que estás ovulando y te encuentras en la etapa más fértil del ciclo menstrual, las probabilidades de embarazo son muy altas.
Flujo color verde o amarillo: El flujo vaginal con secreciones amarillas no es normal y puede ser una señal de una infección vaginal, especialmente si tienes molestias o picazón. Si en algún momento notas un flujo de este color con presencia de olores extraños, ¡corre donde la ginecóloga! Asegúrate de que nada extraño esté sucediendo.
Flujo marrón: Este flujo puede presentarse justo después del periodo, es un residuo de la menstruación, pero si este se presenta por un periodo prolongado, podría ser una señal de infección vaginal, o también puede deberse a un cambio en los anticonceptivos orales hormonales.
Flujo blanco y cremoso: Este tipo de flujo, acompañado de picazón y un fuerte olor, puede ser un síntoma de infección por hongos, especialmente candidiasis.
Flujo rosado: El flujo con tonalidad rosada puede presentarse después de tener relaciones sexuales e incluso días antes de tu periodo, pero, si este persiste y te genera cierta incomodidad, puede ser alerta de una infección.
Flujo con sangre: Un poco de sangre en el flujo vaginal fuera del periodo puede ser normal para las chicas que toman anticonceptivos orales, pero cuando se presenta muy seguido puede ser un signo de enfermedad, en ese caso, debes consultar con tu ginecóloga.
Flujo vaginal gris: Este puede ser un síntoma de vaginitis bacteriana, una infección íntima que viene acompañada de mal olor y a la que debes prestar atención para que no avance.
Como te hemos contado, el flujo vaginal es normal y necesario para tu cuerpo, solo debes estar atenta en caso de que su color o su olor cambie por uno mucho más fuerte o ¡fuera de lo común! También, ten muy presente si estas secreciones van acompañadas de dolor, sensación de ardor, picazón o ardor al orinar. En este caso, te recomendamos no preocuparte y visitar a tu ginecóloga lo antes posible. Ella sabrá cómo ayudarte a sentirte mejor y, lo más probable, es que el tratamiento sea sencillo.
Ya que sabes cuál debe ser el aspecto común de tu flujo y las que podrían ser señales de alerta para que vayas a consulta, te dejamos algunos tips para que cuides de tu zona V y tu salud íntima:
Siempre que sostengas relaciones sexuales, usa preservativos.
Evita la ropa muy ajustada.
Usa protectores diarios Nosotras para que estés siempre limpia.
Asea correctamente tu Zona V usando jabón íntimo.
Límpiate bien después de ir al baño.
¡Ten cuidado con los sanitarios públicos! Pueden ser una gran fuente infecciosa.
Para evitar el mal olor puedes usar Jabones Íntimos Nosotras, y cambiar con frecuencia los Protectores Nosotras Diarios, más o menos cada 3 o 4 horas, para mantenerte ¡Limpia y segura! Si esas medidas no funcionan, es mejor visitar a la ginecóloga para descartar alguna infección vaginal.
Seguro has notado que, durante algunos días de tu ciclo tienes un flujo vaginal muy abundante que puede llegar a mojar tu ropa interior y hacer que sientas la vagina muy húmeda, lo que te lleva a preguntarte: ¿qué podría significar tanto flujo? Pues bien, como te hemos explicado, durante tu ciclo menstrual los niveles hormonales del cuerpo varían, por lo que la cantidad de flujo, su color y textura, también; haciendo que, durante tu ovulación sea mucho más abundante, ¡no es un motivo de preocupación! Durante esta etapa puedes usar protectores diarios Nosotras para mantenerte limpia y fresca.
El flujo vaginal suele variar en su color y textura durante el ciclo menstrual. El flujo que surge previo a un periodo generalmente es blanco. No obstante, si una determinada secreción vaginal anormal se mantiene durante todo el mes, sería recomendable acudir a un médico.
Si experimentas alguno de los siguientes síntomas, consulta con un médico:
Inflamación
Erupción cutánea
Enrojecimiento o llagas
Orina grumosa o espumosa
Dolor o ardor en o cerca de la vagina
Orina con un olor intenso o desagradable.
También, es importante notar cuándo hay cambios que puedan alertar sobre alguna infección, tener los cuidados adecuados y recordar que Nosotras te acompañamos para que te sientas segura en cada etapa de tu ciclo.
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