La resequedad en la vagina es algo que todas las mujeres hemos experimentado al menos una vez en la vida porque puede generarse por causas muy diversas.
Sin embargo, la revolución hormonal de la premenopausia es una de los factores que hace que sea más posible que las mujeres experimentemos este fenómeno, que, aunque natural y esperable, puede ser muy incómodo.
Por eso, hoy queremos contarte por qué se genera esa resequedad en la vagina, cómo lo podemos combatir y qué productos puedes usar.
¿Qué es la resequedad vaginal?
Empecemos por lo primero: el término resequedad en la vagina no es particularmente preciso por dos motivos: Uno, la vagina no es la única que se reseca, sino toda la Zona V. Dos, porque el nombre médico para describir este fenómeno es vaginitis atrófica.
Y, ¿qué es? Esta resequedad sucede cuando nuestras glándulas de la Zona V no producen suficiente lubricación natural, que ese ese flujo transparente que nos mantiene húmedas durante el día y que se intensifica en el momento de las relaciones sexuales.
Síntomas de resequedad vaginal
Los síntomas de la resequedad se dan como una consecuencia de la falta de flujo en la Zona V. Algunas mujeres pueden experimentar alguno de estos molestos síntomas:
Ardor al orinar.
Sangrado leve después de las relaciones sexuales.
Dolor durante las relaciones sexuales.
Dolor, ardor o picazón en la Zona V.
¿Por qué se presenta resequedad vaginal?
Como te estábamos contando, la resequedad vaginal es una consecuencia esperable de la montaña rusa hormonal que empieza en nuestro cuerpo durante la premenopausia.
La hormona que mantiene normales los niveles de flujo en nuestra Zona V es el estrógeno, que disminuye rápidamente cuando entramos en este momento de la vida. Son los estrógenos los que mantienen todos los tejidos de la Zona V lubricados y saludables, por lo que cuando dejamos de tener estrógenos en la sangre, estos tejidos se encogen y se vuelven más delgados, lo que causa resequedad e inflamación en algunos casos.
Además, existen otras causas que pueden hacer que padezcamos de resequedad vaginal. Aquí te contamos las más comunes:
Algunos medicamentos que tratan enfermedades relacionadas con las hormonas, como el cáncer de mama, la endometriosis o la infertilidad.
Radioterapia en cualquier parte del abdomen.
Quimioterapia.
Cirugías de extracción de alguno de los órganos del sistema reproductivo.
Estrés o depresión.
Fumar.
Parto reciente o lactancia.
¿Cómo prevenir la resequedad vaginal?
Una de las maneras más efectivas de combatir la resequedad en la vagina es atacar la causa de este fenómeno, es decir, el desequilibrio en la cantidad de estrógenos. Para eso, hay dos vías de acción:
Estrógenos tópicos: esta presentación de la hormona está disponible en crema, tableta, supositorio o anillo, todos los cuales se aplican directamente dentro de la vagina y por toda la Zona V, tal como lo indique el profesional de la salud que lo haya recetado.
Estrógenos orales o de parche: esta manera de “suplementar” los estrógenos consiste en tomarse una pastilla o ponerse un parche en la piel para aumentar los niveles de esta hormona en la sangre. Esta vía de acción puede ayudar a combatir otros síntomas de la premenopausia y la menopausia, pero siempre debe hacerse acompañada por un médico experto.
La otra manera que existe es hacer uso de productos que ayuden a combatir la vaginitis atrófica de manera directa como un fenómeno particular y no como una consecuencia de otra cosa. Aquí te contamos más. ¡Sigue leyendo!
¿Qué usar para la resequedad vaginal?
Existen tres tipos de productos que nos pueden ayudar a combatir la resequedad en la vagina. Te contamos:
Cremas hidratantes vaginales: es importante que siempre te asegures de que sean a base de agua y no aceitosa para evitar infecciones, cambios en el pH vaginal y una posible rotura de condón. Se deben usar siempre bajo prescripción médica y tienen un efecto a largo plazo.
Cremas hidratantes vulvulares: son cremas que se usan en toda la Zona V y ayudan a disminuir la sensación de picazón de manera inmediata. Deben usarse con la recomendación de un especialista.
Lubricantes: se utilizan solamente en el momento de tener relaciones sexuales y deben ser a base de agua. No interfieren con ningún otro tratamiento y son de venta libre.
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Cuida tu Zona V después de los 40 y evita la resequedad
Esperamos que toda esta información te ayude a tomar decisiones más conscientes sobre la manera en la que quieres cuidar tu Zona V, especialmente en esta nueva etapa de tu vida en la que tu cuerpo merece que le des todo el amor del mundo.
