Bolitas en la vagina ¿por qué aparecen? - Nosotras

¡Tengo bolitas en la vagina! ¿Qué puede ser?

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Todo lo que pase en nuestra Zona V y que para nosotras no se sienta ni se vea normal, ¡es motivo para consultar! Las bolitas en la vagina son una de esas muchas preocupaciones y, por eso, en este artículo queremos ayudarte a despejar algunas dudas sobre lo que podrían estar significando para que puedas estar tranquila e informada y, ante cualquier signo, sepas cómo actuar. ¡Comencemos!

¿Por qué dan bolitas en la vagina?

Las razones por las que pueden aparecer bolitas en la vagina, ¡son muchas! Sin embargo, no todas son motivos de preocupación. Recordemos que nuestra Zona V es muy delicada y puede presentar cambios debido a muchos factores como el clima, los productos que usas, la forma en la que te depilas, la ropa interior que llevas puesta, e incluso, cada vez que nuestras hormonas fluctúan.

¡El primer paso es estar bien informada! Así que te invitamos a conocer las posibles causas y visitar a tu ginecóloga antes de que sea demasiado tarde. 

¡Aquí vamos con algunas razones por las cuales dan bolitas en la vagina!

Foliculitis

¿Cada vez que te depilas notas que tu Zona V se irrita con facilidad y te aparecen unos granitos rojos? La foliculitis ocurre cuando nuestros vellos suelen quedarse encarnados y esto hace que los folículos se inflamen o se infecten. Una señal clara es que aparezcan pequeños granos rojos, a veces con pus, que pueden ser molestos o dolorosos. Aunque es algo común en todas las mujeres, ¡no debemos normalizarlo! Pues existen muchas alternativas que pueden ayudarnos para que esto deje de ocurrir tras la depilación.

Quiste vaginal

Los quistes vaginales son pequeñas bolsitas llenas de líquido o pus que pueden formarse en cualquier parte de la pared vaginal. Son más comunes de lo que parece y, generalmente, aparecen como resultado después de una lesión por contacto íntimo, una cirugía o un parto. En la mayoría de los casos, estos quistes son inofensivos ¡así que puedes estar tranquila! Pero, si notas que van creciendo y te generan cada vez más incomodidad, debes preguntar a tu especialista por el tratamiento a seguir.

Bartolinitis

Sucede cuando las glándulas de bartolino, las encargadas de la secreción vaginal y de mantener nuestra Zona V lubricada, se inflaman. La obstrucción en sus conductos estrechos puede llevar a una infección de la glándula debido a la acumulación del líquido y también a posibles bacterias. Presta mucha atención y si notas la aparición de un bulto a los lados de la abertura vaginal, ¡podría tratarse de bartolinitis!

Algunas infecciones de transmisión sexual (ITS) como la clamidia o blenorragia pueden aumentar la probabilidad de desarrollar bartolinitis o bolitas en la vagina.

Verrugas genitales

Abriendo nuestro libro de ciencia, encontramos que las verrugas genitales son el síntoma más común de las personas con el virus del papiloma humano (VPH), una de las infecciones de transmisión sexual más frecuentes. Aunque estas verrugas no suelen doler, pueden ser incómodas y venir acompañadas con un poco de picazón. Sea cual sea tu caso, ¡no lo dejes pasar y visita a tu ginecóloga!

Inflamación de la glándula de Skene

La glándula de Skene… ¿te suena? Estas pequeñas glándulas, también conocidas como “la próstata femenina", tienen la importante tarea de secretar un líquido durante el orgasmo o las relaciones sexuales, y lo hacen a través de la uretra: ¡un dato curioso que quizás no conocías! Sin embargo, al igual que las glándulas de Bartolino, estas también pueden obstruirse e inflamarse, lo que a veces puede derivar en una infección o incluso formar un quiste doloroso.

Si sientes molestias al orinar, durante las relaciones sexuales o notas un bultito en la zona cercana a la uretra, lo mejor es consultar con tu ginecóloga para evitar complicaciones. Ya verás que con el tratamiento adecuado se podrá solucionar.

Herpes genital

¡Hay que decirlo! Si no nos protegemos al momento de tener relaciones sexuales podemos contraer enfermedades como esta. El herpes genital provoca pequeñas ampollas que pueden picar o doler. Es una infección viral común y, aunque no tiene cura, hay muchas maneras de controlar sus síntomas y brotes.

Várices en la vulva

Las várices en la vulva pueden sonar un poco raras, pero son más comunes de lo que imaginas, especialmente durante el embarazo. Son pequeñas venitas inflamadas que se vuelven visibles y, aunque no siempre son dolorosas, pueden causar molestias, sensación de pesadez o incluso picazón. Trata de usar ropa interior cómoda y mantenerte activa para que la circulación fluya bien.

Tipos de bolitas en la vagina

Aunque no existen tipos específicos de bolitas en la vagina, más allá de los que te enumeramos anteriormente, es importante que prestes atención a cualquier granito o bultito en tu Zona V, pues por inofensivos que parezcan no debes ignorarlos.

Algunas bolitas pueden aparecer como pequeños brotes rojos, similares al acné, mientras que otras pueden ser más duras, como quistes, o incluso blandas al tacto, como verrugas genitales. También podrían parecerse a pequeñas ampollas en caso de una infección viral como el herpes. En cualquier caso, si notas algún cambio inusual, lo mejor es consultar a tu ginecóloga para asegurarte de que todo esté bien.

¿Qué hacer si tengo bolitas en la vagina?

Lo primero es mantener la calma y tratar de buscar una explicación en caso de que la haya, pregúntate de dónde podría venir esa bolita o brote: ¿tuviste alguna relación sexual sin protección?, ¿te depilaste en los últimos días?, ¿usaste algún producto nuevo?, ¿te lastimaste con algo? Si por el contrario, ninguna de estas preguntas se relaciona con ese signo en tu Zona V, deberías buscar el diagnóstico de un profesional cuanto antes. 

¡Recuerda que la incomodidad no es una opción!

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¿Cuándo consultar al médico si tengo bolitas en la vagina?

¡La respuesta la tienes clara! Cada vez que notes algo extraño en tu Zona V que te esté generando incomodidad, por leve que sea, debes consultar con un especialista. No saques conclusiones por ti misma ni te automediques, sabemos que estos cambios no son fáciles pero con la asesoría y el tratamiento adecuado, ¡saldremos adelante!

Ten en cuenta que esta información no reemplaza el diagnóstico de una especialista.

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