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24 de Febrero
¿Sabías que hay un grupo de músculos súper importante en nuestro cuerpo encargado de sostener órganos como la vejiga, el útero y el recto? ¡Así es! Se llama piso pélvico y es esencial para nuestra salud íntima; desde el bienestar en la sexualidad, hasta el posparto y la menopausia. Sigue leyendo, ¡Nosotras te contamos de qué se trata todo esto!
El piso pélvico es un conjunto de músculos y tejidos que están justo en la base de la pelvis. Su función principal es mantener en su lugar los órganos que mencionamos antes y ayudar a controlar funciones como el paso de la orina y las heces. ¡Así de importantes son estos músculos!
El piso pélvico trabaja para sostener tus órganos y permitir que tus movimientos y la función de tus órganos internos se mantengan bajo control; haz de cuenta que es una pequeña hamaca muscular. Además, el piso pélvico juega un rol clave en la estabilidad de nuestra columna y pelvis. ¿Te imaginaste que cumplía todas estas funciones?
El suelo pélvico está compuesto por diferentes músculos que actúan juntos para cumplir con su función; muchas personas suelen creer que es solo un músculo grande y extenso, pero la verdad es que es todo un grupo muscular que debes conocer:
Este músculo se ubica en la parte posterior del piso pélvico y ayuda en el soporte de la zona baja de la columna y el recto.
Hace parte del grupo que rodea la pelvis y el ano. El iliococcígeo ayuda a sostener los órganos en su posición.
Como su nombre indica, este músculo contribuye al movimiento del ano y a mantener el control en esa área.
Este músculo va desde el pubis hasta el coxis y es fundamental para el control de los esfínteres.
Es el encargado de rodear el ano y sostener el recto, ayudando a controlar el paso de las heces.
¡El piso pélvico puede cambiar! No solo con el paso de los años, sino también con ciertos momentos clave en la vida de cada una de Nosotras, esta musculatura tiende a cambiar; casi siempre lo que sucede es que se estira por el peso, el esfuerzo y por hábitos sostenidos en el tiempo que hacen que pierda su fuerza.
¡Están muy relacionados! Un piso pélvico fuerte contribuye a mejorar la calidad de las relaciones íntimas, ya que ayuda a que los músculos de la zona estén tonificados y más sensibles, incrementando las sensaciones y, por supuesto, el placer.
Después del embarazo y el parto, el piso pélvico tiende a quedar muy debilitado. Este es uno de los cambios más evidentes, pues por 9 meses, a esta musculatura que ha soportado solo el peso de tus órganos por años,se le sumó también el peso de un bebé, lo que genera ciertas debilidades. Además, el parto implica mucho esfuerzo para la zona; al pujar, todos los órganos y músculos están trabajando a la par para que el bebé salga, pero, en el proceso, se sufren muchas distensiones y pérdida de fuerza en la musculatura pélvica. ¡Por suerte existen ejercicios para fortalecerlo y ayudar a que se recupere!
¡Las hormonas juegan un papel muy importante! Durante la menopausia, la disminución de estrógenos también puede afectar la musculatura pélvica, debilitándola y generando, comúnmente en esta etapa, incontinencia; ¡pero recuerda! Con ejercicios y el cuidado adecuado, es posible mantenerlos fuertes.
¡Presta atención! Algunos signos de que tu piso pélvico necesita más cuidados y protecciones, incluyen:
Escapes de orina.
Molestias en la zona pélvica.
Hinchazón.
Sensación tirante en la vagina.
Dificultad para empezar a orinar.
Incapacidad para que la vejiga se vacíe por completo.
En algunos casos, sensación de pesadez en la pelvis.
¡No hay una regla absoluta! El piso pélvico se puede debilitar por muchas razones y se puede ver diferente para cada una de nosotras, pero entre las más comunes están:
Embarazo.
Debilitamiento por la edad.
El estreñimiento.
La obesidad.
Algunas cirugías ginecológicas.
Esfuerzos físicos cargando pesos sin precauciones.
¡Buenas noticias! Con ejercicios y cuidados adecuados, es posible fortalecer el piso pélvico y mejorar la calidad de vida. Puede parecer una tarea compleja porque, ¡son músculos internos! Algunos de los ejercicios más famosos son los hipopresivos, las bolas chinas, los conos vaginales y, por supuesto, los de kegel.
¡Aprende a practicarlos! Los ejercicios de Kegel consisten en apretar y relajar los músculos del piso pélvico, simulando que detienes el flujo de la orina. Hazlo de 10 a 15 veces seguidas y repite esta rutina varias veces al día para que, poco a poco, notes más fuerza en tu zona pélvica.
¡Cuidar el piso pélvico es una inversión en tu salud y bienestar a largo plazo! Dale la atención que merece y recuerda que fortalecerlo es una forma de autocuidado que tu cuerpo te agradecerá.
https://www.kenhub.com/es/library/anatomia-es/musculos-del-suelo-pelvico
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