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8 de Julio
Hola a todas. Hoy estamos nuevamente en este espacio para hablar de un tema que muchas en algún momento de la vida nos toca experimentar, ya sea por decisión propia o por circunstancias de la vida, pero que seguramente te ayudarán a crecer para sacar tu mejor versión. Este tema tan maravilloso te lanza a vivir mil experiencias, es la etapa de la vida llamada: vivir sola y disfrutarlo.
En este artículo queremos brindarte información de cómo se experimenta este ciclo de la vida, herramientas y consejos para que puedas aprender y aterrizar en este maravilloso capítulo de la vida.
Vamos a empezar siendo conscientes de la responsabilidad emocional que conlleva tomar este tipo de decisiones, pero estas solo dependen de ti, de tu mentalidad, carácter y actitud, para así poder vivir sola y disfrutarlo.
No hay satisfacción más grande que hacer aquello que no te atreverías a hacer por miedo al cambio o al fracaso.
Nadie nos preparó en la vida para saber cómo asumir de manera “correcta” o “adecuada” todas aquellas decisiones que tomamos por dominio propio. Estamos en un mundo que constantemente evoluciona y se mueve, así mismo es el ser humano, sus decisiones y las mil maneras de llevar la vida.
Los retos de una convivencia contigo misma, con tus miedos, incertidumbres, costumbres y demás, son cada vez mayores, el reto es salir victorioso sin morir en el intento.
Tal vez uno de los mayores desafíos de este nuevo camino en tu vida es afrontar asuntos económicos y emocionales, una herramienta que te puede servir es planear tus gastos mensuales, realizar una lista de prioridades personales, laborales y en tu hogar, si consideras que es necesario, busca ayuda profesional para vivir sola y disfrutarlo.
A muchas mujeres les asusta la idea de vivir solas, pensamos que es sentirnos abandonadas y muchas veces solitarias, pero no hay mejor compañía que la tuya, tu tiempo, tu sonrisa, tu espacio, tu silencio, tus emociones. Puedes tener una vida mucho más activa y productiva que la de otras mujeres que viven en familia o con su pareja y aún así se sienten solas. Vivir sola es sentirte viva y disfrutar de tu ser, de tu esencia, de lo que te gusta, de compartir tu espacio con quien elijas, es cocinar tu comida favorita, escuchar la música que más te gusta, decorar a tu manera y estilo, descubrir tus miedos, aprender a mantener las cosas en orden, disfrutar y manejar tu tiempo, hacer todo aquello que te guste.
Es muy importante que pienses si consideras que parte de tu vida ha estado sumergida en esa zona de confort de la cual no te has permitido salir e imagina cómo sería posible escapar de ahí. Mantenerse en ese estado es sentirnos seguros y “encadenados” a hábitos, rutinas y costumbres que nos brindan cierta sensación de tranquilidad y que no nos permiten aventurarnos a lo diferente, y tomar riesgos.
No nos atrevemos por miedo a lo desconocido y a la falta de confianza de nuestras capacidades y habilidades.
Escapar de tu zona de confort te hará una mujer más valiente y segura de ti misma.
Debes tener en cuenta que empezar una nueva vida es empezar muchas cosas desde cero, por eso, muchas veces no vas a tener todas las cosas para empezar, ejemplo: decoración, muebles, etc. Poco a poco y según necesidad vas acomodando cada cosa en su lugar y vas diseñando tu espacio a tu gusto. Súper importante que inicies buscando el sitio dónde quieres vivir, costos y tiempos estipulados para quedarte ahí, es una buena opción para comenzar, es muy importante recordar el propósito por el cuál decidiste emprender el camino de vivir sola.
Aquí puedes encontrar un Manual de instrucciones para vivir sola.
Todos los seres humanos en algún momento de nuestras vidas necesitamos del otro, esa mano amiga que nos escuche, oriente y nos rescate del abismo en el que muchas veces caemos por error o por obstáculos que la vida nos presenta y no pudimos sobrellevarlo de la mejor manera, en ambos escenarios es válido , de eso está hecho la vida y por eso vale la pena vivirla.
Pedir ayuda es necesario para un mejor desarrollo y crecimiento de nuestras capacidades y una mejor manera de afrontar los tropiezos, es obtener herramientas para forjar nuestro carácter y sentirnos no sólo escuchadas sino acompañadas en nuestro proceso de vivir solas y disfrutarlo. No todo lo sabemos, por eso, tener a ese otro que sepa y me pueda guiar es un puente para ascender y avanzar.
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