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16 de Septiembre
¿Te has sentido alguna vez como la mujer en la imagen? ¿Experimentas cólicos y cambios de humor? Si tu respuesta es positiva, puede ser causado por el estrés. Pero no te alarmes, ¡tranquila no eres la única!
Sabías que tener cierto grado de tensión física y emocional es normal y hasta inevitable. El problema surge cuando el grado excesivo de estrés que experimentamos interfiere con nuestras actividades diarias e incluso puede afectar a nuestra salud.
Si tu ciclo menstrual se retrasa o experimentas mucho dolor, tal vez los niveles de estrés y ansiedad están elevados, lo cual puede provocar cambios hormonales que alteran la ovulación. A esto puede sumarse bruxismos, es decir, períodos en los que apretamos la mandíbula y rechinamos los dientes. Esto puede suceder mientras dormimos, pero también podría ocurrir durante el día. Además, los altos niveles de tensión pueden generar cefaleas o dolores de cabeza y cuello lo que impediría concentrarnos en nuestras actividades.
¿Significa esto que estamos a merced del estrés? ¿Qué podemos hacer para vencerlo? Lo primero que debemos hacer es identificar lo que nos agobia y adoptar nuevas estrategias para afrontarlo.
La mejor manera de reducir el estrés es relajarse ocupando nuestra mente en actividades que disfrutemos y no contengan cargas de estrés. Esto lo podemos lograr con la meditación, el ejercicio, la lectura, el arte, la música y cualquier otra actividad que más te guste. Así cuidaremos de nuestra salud física, emocional y sobre todo disfrutaremos de ser únicas, ¡de ser Nosotras!
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