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25 de Noviembre
También conocido como útero invertido y útero retroverso, consiste en una alteración en la posición del útero dentro de la pelvis. Por lo general, este se encuentra ligeramente inclinado hacia adelante, pero, cuando está en retroversión, se inclina más hacia atrás, es decir, hacia la espalda.
Y ¿esto es normal?, ¿si en una visita el ginecólogo me entero que tengo el útero en retroversión debo preocuparme? Aunque tener el útero en una posición diferente puede sonar extraño , aproximadamente 1 de cada 4 mujeres tiene el útero en retroversión.
Es posible que esta condición presente algunos síntomas leves que te explicaremos más adelante, los cuales pueden ser controlados con ayuda de tu médico, para que esto no afecte tu vida. Además, y a menos que tu ginecólogo recomiende lo contrario, el útero invertido no necesita ser acomodado en su posición normal por medio de tratamientos o cirugías, lo que quiere decir que, si este es tu caso, puedes vivir con esta condición ¡sin limitaciones!
Esta afección suele ser de origen genético, es decir, es algo con lo que se nace. Sin embargo, también es posible desarrollar un útero retroverso como resultado de:
Adherencias: La cirugía pélvica puede provocar la formación de tejido cicatricial conocido como adherencias, que pueden tirar del útero dejándolo inclinado.
Endometriosis: La endometriosis es una enfermedad en la que un tejido similar al revestimiento del útero crece fuera del útero. Este tejido puede entonces "pegar" el útero a otras partes de la pelvis y hacer que se doble y quede en retroversión.
Fibromas: Estos pequeños bultos no cancerosos crecen alrededor de la pared del útero y pueden hacer que este sea más propenso a inclinarse hacia atrás.
Embarazo: El útero se mantiene en su sitio gracias a unas bandas de tejido llamadas ligamentos. El embarazo puede estirar en exceso y aflojar estos ligamentos, permitiendo que el útero se incline hacia atrás. En la mayoría de los casos, el útero vuelve a su posición anterior hacia delante después del parto.
En la mayoría de los casos, el útero en retroversión no presenta ningún síntoma y el diagnóstico lo da la ginecóloga después de una revisión detallada. A menudo, muchas mujeres sólo lo descubren cuando están embarazadas y se hacen una ecografía.
Sin embargo, en algunos casos es posible que un útero retrovertido provoque algunos síntomas perceptibles. Es importante tener en cuenta que suelen estar relacionados con trastornos como la endometriosis o la enfermedad inflamatoria pélvica, así que presta atención a:
Dolor leve durante las relaciones sexuales con penetración
Menstruaciones abundantes y/o dolorosas
Presión en la vejiga (que a veces provoca incontinencia)
Dolor en la parte baja de la espalda
Algo más en lo que pueden estar de acuerdo las mujeres que tienen su útero en retroversión, es que se les dificulta usar tampones.
Si experimentas alguno de los síntomas anteriores, es conveniente que acudas a tu médico para que compruebe si tienes el útero retrovertido u otra enfermedad subyacente. Si es necesario, el médico podrá aconsejarte y ofrecerte el mejor tratamiento.
En el útero retroverso existen tres clasificaciones, dependiendo del nivel de inclinación hacia atrás del útero. Según la variación de la posición se pueden distinguir tres grados:
Grado 1: Se clasifica así cuando la inclinación hacia atrás hace que el útero no se apoye en la vejiga.
Grado 2: Son los úteros que están en una posición vertical.
Grado 3: Es el caso de los úteros cuya alta inclinación hacia atrás , hace que se ubiquen muy cerca al recto o se apoyen en este.
Como te contamos al principio, un útero retroverso no implica mayores complicaciones, solo algunos síntomas leves los cuales puedes controlar con tratamientos y acompañada de un profesional, para que no te resulten incómodos.
Lo que probablemente te estés preguntando ahora es si puede existir alguna dificultad al querer concebir o en el momento que ya esté desarrollado el embarazo, la respuesta es no.
Una idea errónea muy extendida y que puede preocuparte innecesariamente es que un útero retroverso dificulta el embarazo. Sin embargo, por sí solo, no reducirá tus posibilidades de tener un bebé, puedes concebir con la misma facilidad que alguien con un útero no retrovertido.
En las únicas ocasiones en que un útero retrovertido podría afectar tu fertilidad es si estuviera causado por otras afecciones. Por ejemplo, la endometriosis u otros problemas de salud como los fibromas o la enfermedad inflamatoria pélvica. Por lo tanto, si estás pensando en quedar embarazada y tienes problemas para conseguirlo, es conveniente que hables con tu médico para descartar algún problema, y de ser el caso, explorar las opciones que tienes a tu disposición para tratar el inconveniente.
Ya que solo es una particularidad en tu anatomía que no causa daños, no existe un tratamiento específico. En caso de causar dolores menstruales tu ginecólogo te recetará antiinflamatorios o anticonceptivos hormonales para reducirlos. Solo en caso de que tu médico lo indique, se recurre a una cirugía para fijar el útero en su posición normal, pero esto es poco frecuente.
El útero retrovertido no es nada de lo que debas preocuparte, en la mayoría de los casos no te impedirá hacer tu vida cotidiana. Y si te preocupa que otra afección te esté provocando un útero retrovertido o si sientes un dolor anormal en la zona pélvica, siempre es buena idea pedir opinión médica para estar segura.
Y no olvides que puedes seguir aprendiendo y resolviendo todas las dudas sobre tu cuerpo con Nosotras.
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