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Todas andamos detrás del mismo objetivo… Disfrutar al máximo nuestra sexualidad y tener control sobre nuestros orgasmos. Y aunque parezca algo utópico o difícil de alcanzar, es algo muy posible si sigues leyendo este artículo y descubres los mejores trucos para llegar al orgasmo, eso sí a tu manera, sin presiones y disfrutando todo el proceso.

¿Cómo describir un orgasmo?

El orgasmo es lo que sucede en tu cuerpo cuando llegas al punto de excitación máxima, el clímax de la relación sexual. Este es el momento en el que toda la tensión se libera y puedes llegar incluso a sentir que tu organismo se apagó por unos segundos, no es de gratis que en francés le llamen La petite mort, lo que traduce literalmente al español la pequeña muerte.

Algunos signos físicos que indican que estás teniendo un orgasmo es que los músculos de tu vagina se contraen, los latidos de tu corazón se aceleran al igual que tu respiración y tu Zona V puede estar muuuuy húmeda. Pero aunque estos son los signos físicos, las sensaciones internas pueden llegar a ser indescriptibles.

Algunas mujeres lo describen como un calambre intenso o un pequeño incendio en la Zona V, otras como una gran sacudida o una gran liberación de energía, y hay quienes incluso lo describen como un globo que se está llenando con agua  y de repente se estalla porque ya no puede contener más (siendo el agua una representación del placer). En fin, descripciones del orgasmo hay muchas, así que te invitamos a que lo sientas y crees la tuya propia.

¿Por qué se dice qué es difícil alcanzar un orgasmo?

Son muchos los factores que pueden influir en que no alcances un orgasmo. Uno de ellos puede ser que estés pensando tanto en lograrlo y sientas tanta presión, que no disfrutas del proceso y en consecuencia el orgasmo nunca llega. No hay que pensar que el orgasmo es el único objetivo en las relaciones sexuales porque los encuentros se pueden -y se deben- disfrutar desde el primer momento, con el coqueteo y los juegos previos.

Otra razón para no alcanzar el orgasmo es que no te conoces lo suficiente. Es importante que explores cada parte de tu cuerpo y sepas dónde y cómo te gusta que te toquen y las sensaciones que te gusta experimentar, así sabrás cómo llegar al orgasmo ya sea que tu misma te estés tocando o estés dirigiendo a tu pareja.

Y por último: la mente. El cerebro es nuestro órgano sexual más importante y si no estás 100% conectada o segura de lo que estás haciendo, probablemente el orgasmo no va a llegar. Es necesario estar en un ambiente y con una persona que te hagan sentir en confianza, y que no estés pensando en los deberes que tienes para la otra semana o cosas por el estilo, pues el orgasmo requiere disfrute y el disfrute requiere de tu atención plena.

Conoce tu cuerpo y las zonas erógenas

Conociendo ya las razones por las que probablemente no estés alcanzando el orgasmo, te compartiremos algunas maneras en las que sí lo puedes alcanzar a través de los estímulos en diferentes zonas erógenas.

Clítoris

Ya sabemos y hemos mencionado en diferentes ocasiones que cada cuerpo es diferente y por ende su funcionamiento también lo es, pero hay algo que todas las mujeres tenemos en común: el clítoris, el único órgano del ser humano con más de 8.000 terminaciones nerviosas que existe exclusivamente para generar placer, por eso la mayoría de las mujeres alcanzan el orgasmo después de una buena estimulación del clítoris. Este se puede estimular mediante suaves movimientos con la lengua, los dedos o algún juguete externo como un vibrador o un succionador, o también mediante un movimiento pélvico en el que tu clítoris se esté rozando con la pelvis de tu pareja.

Senos

Los senos son otra parte del cuerpo femenino que cuentan con muchísimas terminaciones nerviosas, incluso, la reacción cerebral al estimular los senos es muy similar a la que se produce cuando se estimulan los genitales. Es por eso que tocarlos, acariciarlos y besarlos es una gran opción. Incluso se tiene conocimiento de mujeres que han llegado al orgasmo SOLO con la estimulación de los pezones.

Zona cervical

También llamada cérvix o cuello uterino, es el punto donde termina el conducto vaginal y empieza el útero. La profundidad del cérvix es diferente en cada mujer, y para llegar al orgasmo a través de esta zona es necesario tener mucha excitación, buena lubricación y una penetración profunda.

Explora tu cuerpo y descubre tus propias zonas erógenas

Puede que estas estimulaciones que mencionamos te lleven a sentir el máximo placer o puede que necesites otras diferentes como un masaje en la espalda, besos en el cuello o incluso cumplir algún fetiche, pero esto solo lo puedes descubrir tú. Anímate a explorarte, a comunicarle a tu pareja sexual lo que quieres y a probar cosas diferentes.

Al orgasmo puedes llegar de una o varias maneras al tiempo

Lo mejor de todo es que no debes quedarte solo con un tipo de estimulación. Un orgasmo puedes alcanzarlo de diferentes maneras y puede que lo logres con varias estimulaciones. Si por ejemplo tú llegas al orgasmo a través de la estimulación del clítoris, no significa que el resto de tu cuerpo deba ser ignorado. Puede que en algunas ocasiones llegues al orgasmo a través de la estimulación cervical o en los senos, o puede ser  también que en un encuentro sexual alcances varios orgasmos de diferentes maneras, esto solo lo sabrás explorando, así que dale rienda suelta al placer y a la imaginación.

Si quieres saber más sobre tu cuerpo y tu sexualidad, tenemos diferentes artículos que te pueden ayudar y ser muy útiles en este camino. Por ejemplo, mira con Mariana Kersz, psicóloga y sexóloga, Formas de descubrir tu placer. No le tengas miedo a explorarte y a disfrutar tu sexualidad como lo mereces.

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